En el momento del fallecimiento
de Hergé, el 3 de marzo de 1983, Tintín y el Arte-Alfa no
era más que un esbozo: tres planchas dibujadas a lápiz,
cuarenta y dos en estado de bocetos, y algunos escritos
adicionales con parte del guión de la nueva aventura. Se
planteó entonces qué hacer con los elementos con que se
contaba, mencionándose la posibilidad de la terminación del
álbum por parte de los colaboradores de Hergé. No obstante,
dado el estado muy preliminar de la obra (por ejemplo, no
había un final para la misma), ello se descartó porque los
aportes externos hubieran sido demasiado importantes. Fanny
Remi, viuda del autor, decidió que el álbum se publicaría
inacabado, tal como lo había dejado su pareja. La edición de
1986 consistió en dos bloques: uno con el recorte gráfico
tal como lo dejó Hergé, y el otro con una transcripción de
los diálogos similar a la de los textos teatrales. La
edición de 2004 presenta una forma completamente diferente,
donde se mezclan las planchas del autor con transcripciones
del diálogo, y se resaltan en forma gráfica algunos detalles
de interés.
Argumento: Tras
varios años de una cierta falta de ideas, todos los datos
indican que este nuevo álbum de Tintín habría sido uno de
los mejores: el positivismo del trazo y el entusiasmo que
demuestra, indican que Hergé había logrado un hilo conductor
consistente para la historia. Tintín y el Arte-Alfa finaliza
con una viñeta en la que los malos se llevan a Tintín
apuntándolo por la espalda con una pistola. Podría parecer
evidente que Tintín se hubiere salvado, de haberse
finalizado la historia. Sin embargo, diversos datos apuntan
a que realmente podría no haber sido así: el testimonio de
personas cercanas a Hergé, así como el dato de que Hergé
consultara a un amigo si podía hacer que Tintín muriera en
la terraza de su casa, apuntan a un final poco usual. |